Un grupo de tres alumnos han decido cenar juntos en un restaurante. A la hora de pagar la cuenta, el camarero les dice que cuesta en total 30 euros, y esa cantidad es la que le pagan; sin embargo, al hablar con el compañero de caja, éste le informa que ese día el restaurante rebaja 5 euros a cada grupo de tres comensales y que, por tanto, en lugar de 30 euros les va a costar 25 euros, por lo que se le entregan cinco monedas de 1 euro para devolver esa cantidad ( 5 euros ) a los tres clientes. Sin embargo, como el camarero no dispone de monedas pequeñas, no puede repartir las cinco monedas en partes iguales entre los tres, de modo que los tres amigos deciden solventar la situación ofreciéndole 2 euros de propina al camarero, quedándose sólo 3 euros para ellos ( una moneda de 1 euro para cada uno de los tres ).
Sin embargo, al hacer cuentas sobre la solución adoptada, uno de los tres clientes se encuentra con una pega que no sabe cómo resolver y que es la siguiente:
si, cada uno hemos pagado 10 euros ( entre los tres, 30 euros ) y nos han devuelto 1 euro, a cada uno nos habrá costado la cena 9 euros; sin embargo, 9 por tres es 27, más los 2 euros que hemos dado de propina al camarero hace un total de 29 euros ... Entonces, ¿ qué ha pasado con el euro que falta para llegar a los 30 euros ( que en un principio habíamos entregado entre los tres ) ?
SOLUCIÓN:
La explicación al enigma se encuentra en el modo erróneo de hacer las cuentas del cliente que nos plantea el problema. La forma correcta de plantear la situación es la siguiente: Los 2 euros de propina no se deben contabilizar como parte del coste de la cena, que es de 25 euros sino que hay que contarlos como un añadido al gasto que supone el pago de la cuenta; así, entre los tres se han gastado 25 + 2 = 27 euros, cantidad que corresponde, precisamente, a los 9·3=27 euros que han pagado entre los tres. $\square$
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